Cuantas veces guardamos las mejores palabras en nosotros?
Que fácil se nos hace cuando algo feo tiene que salir de nuestra boca hacia otra persona, para criticar, juzgar, bardear. Pero qué difícil es hablar de amor, decirnos todas aquellas cosas bellas que nos damos entre la familia, entre amistades, en general en la humanidad. Decirnos gracias, por favor, lo siento y te amo. Esas frases importantes, llenas de significado y corazón.
Porque entonces cuando tienen que salir, nos aprieta la vergüenza, o así también otras tantas veces, o en otras situaciones, el ego nos aprieta la garganta para no mostrarnos vulnerables y sensibles frente a otras personas, y hasta muchas veces con las personas que más queremos.
Tal vez, porque nuestra generación y las pasadas no aprendieron a expresar, y entonces, aprendimos a callar.
Muchos de nuestros abuelos no le decían lo mucho que querían a sus hijos, por eso nuestros padres no nos lo pudieron transmitir. Y eso se siente carente para uno poder sentirse satisfecho con la vida. Porque el amor construye puentes y te hace sentir acompañado y más seguro.
Entonces si no sabemos transmitir ese amor a los que nos rodean, las relaciones se vuelven más frías y no se llega a sentir la grandeza de compartir y enlazar una relación. Sea de padre, madre, hija, hijo, amiga, sobrino o la relación que sea.
Y así terminamos sufriendo cuando ya nos están aquellos que tanto quisimos y queremos, y que nunca se lo dijimos.
O con suerte o no tanta, terminamos expresando el amor cuando alguien llega a una situación delicada que lucha entre la vida y la muerte. Y a veces aún, ni en esos momentos somos capaces de mostrarnos como somos, y permitirnos sentir cosas hermosas a pesar de las diferencias que podamos tener con esa persona. Nos quedamos más reforzando aquello que nos dolió y nos hizo daño, o nos molesto, que lo que podemos sacar de bueno, dejar pasar y estar ahí presente junto al otro.
Claramente cada caso es un mundo, no digo que valga para todos, pero si, con aquellas personas que sí, queremos y sabemos que así es y se siente.
Decir algo lindo, y que al otro le llegue al corazón, de un padre a un hijo, de una hija a una madre, de un hermano a otro, o de un tío a un sobrino, puede salvar muchos corazones, puede reducir hasta enfermedades, porque lo que el ser humano más necesita es el amor, el sentirse querido, escuchado, acompañado y comprendido.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Y me animo a decir que llegue a sentir que si decía algo hermoso podía estar cerca de mi muerte, o que el otro se estaría por ir, por la falta de costumbre y el miedo ilusorio de la ignorancia humana. Por suerte logre notar que esto no era real.
Que simplemente estos patrones mentales que nos hacen pensar más de lo que sentimos, que nos calla la voz del corazón nos hace volvernos fríos y sin sentido.
Ama y agradece a cada uno de los que te rodea, ellos te lo van a devolver hoy o mañana, pero seguro vas a llenar un hermoso hueco de su corazón y tu voz siempre será recordada en esos momentos de soledad o vacío. Aunque te cueste, aunque te den bronca muchas cosas del otro, o lo que fuera, es un bálsamo hacerlo, alguien va a sonreír, y cuando uno sonríe el otro le devuelve lo mismo.
Y también vas a sentir que tu corazón se siente más vivo, por si le das amor al otro, eso te llena de amor a vos. Y al fin y al cabo, te estas aprendiendo a sanar a vos misma.Sólo un pensamiento.. escrito el 16 de enero del 2021